Los niños de 9 a 12 años empiezan a explorar sus emociones, sentimientos y pensamientos, comienzan a preguntarse, ya no solo el porqué de las cosas, sino porqué ellos las viven como las viven; cuestionan las acciones de los adultos para comprenderlos, lo que contribuye a su formación ética y moral. A esta edad, los niños tienen un verdadero interés por relacionarse con sus pares, aunque siguen en el proceso de aprender la manera adecuada para hacerlo.

En esta etapa se consolidan muchos aprendizajes, lo que permite la construcción de conocimientos nuevos y más complejos; el paso natural a la abstracción, que se logra alrededor de los 12 años, se observa cuando los jovencitos dejan de necesitar el material concreto para trabajar. Nuestros alumnos encuentran en el ambiente miles de oportunidades para desarrollar habilidades cognoscitivas muy importantes, como el razonamiento.

Al concluir sus estudios de Primaria, nuestros niños están, académicamente, bien preparados  para dar el paso a la Secundaria; son seres conscientes, seguros, amables y con una buena autoestima. Saben trabajar de manera independiente, de forma individual y en equipo, y han aprendido a tomar buenas decisiones para su vida.